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24 feb 2010

SALINAS-MUSEO DE ANCLAS-21-2-2010

la peñona-museo de anclas de salinas

placa conmemorativa del V centenario de palos de la frontera-museo de anclas
salinas

Todas las anclas de Salinas tienen una historia que contarnos. Pero es que, además, el museo se enclava en un lugar único desde el que es difícil no dejarse llevar por la ensoñación marítima y levar anclas definitivamente. El museo se dispone en la península de La Peñona, que en forma de atalaya se eleva en un extremo de la hermosa playa de Salinas. Podremos disfrutar de varias exposiciones permanentes, como la Cubierta de velas y anclas: en una plataforma de 90 metros de longitud se elevan 6 velas construidas en chapa de acero. De las velas surgen las cadenas de las anclas que reposan sobre la cubierta.

salinas mon amur

El Museo de Anclas, cuya titularidad y gestión corresponde actualmente a la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar, es una creación original para rendir un homenaje de continuado amor a la mar y a sus gentes, a toda la cultura que representa.

museo de anclas

Templo de los Océanos: en el centro de la curva que dibuja la cubierta de velas y anclas se erige una rosa de los vientos, en ella se inserta el recipiente o concha en la que se vierten las aguas de los distintos océanos.

los paseos del museo de anclas.

ANCLA del GALEON - NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA
Una de las historias más apasionantes que guarda el Museo Philippe Cousteau de Salinas es la del galeón español "Nuestra Señora de Atocha". El ancla que este buque hundido en 1.622 y recuperada 350 años después por Mel Fisher, el buscador de tesoros más famoso de la historia, fue donada en octubre de 1.999 por la ciudad de San Agustín, fundad por Pedro Menéndez de Avilés, donde estuvo expuesta largo tiempo, junto a los restos del galeón. El Nuestra Señora de Atocha de 550 toneladas, medía 34 metros de eslora y 10,5 metros de manga, y tenía 4 pies de calado. Fue construido por Alonso Ferrera en La Habana, entre 1.616 y 1.620. Realizó una única travesía a España, un tanto azarosa, puesto que rompió el mástil. Estuvo reparado con antelación suficiente para partir el 23 de marzo de 1.622 desde Sevilla con destino a las Américas, encuadrado en las flotas de Nueva España que hacía la ruta hacia Veracruz, y de Tierra Firme, que viajaba hasta Cartagena y Portobello. Estas dos flotas viajaban dos veces al año a las colonias para embarcar los impuestos y productos americanos. España vivía un momento crítico. En Flandes habían vuelto a reanudarse las operaciones contra Holanda, tras una larga tregua, y los Habsburgo españoles estaban cada vez más involucrados en la guerra de los Treinta Años. El joven Felipe IV estaba acosado por sus prestamistas, en especial los Fugger de Augsburgo. Las ciudades españolas eran nidos de "Lazarillos" y "Buscones", mientras los aristócratas derrochaban a manos llenas. El oro y la plata de América eran esenciales para evitar la bancarrota y continuar la agresiva política internacional española. Sin embargo, las armadas extranjeras, sobre todo la holandesa, acosaban sin piedad a los galeones. Tras hacer una pequeña escala en Dominica, el Atocha y la flota de Tierra Firme partieron hacia Cartagena, y arribaron a Portobello el 24 de mayo. Allí, permanecerían los barcos dos meses, en tanto llegaban los envíos de oro y plata desde Lima y Potosí, en el Perú. La flota partió el 22 de julio hacia La Habana, previa escala en Cartagena, donde se cargó el primer envío de oro de las minas de Santa Fe de Bogotá. En Trujillo embarcó índigo (planta para teñir las prendas de añil). Las flotas, con 28 barcos, se encontraron en La Habana el 22 de agosto, en plena temporada de huracanes. Se echaron a la mar el 4 de septiembre. El marqués de Cardereita, marchaba en el Candelaria, la nave capitana. El Atocha, con 20 cañones y 265 personas a bordo, entre ellos 82 soldados, era la nave almirante, y navegaba a retaguardia. Con el Santa Margarita, transportaba mercancías más preciadas. Los barcos debían navegar hacia el norte para alcanzar la corriente del Golfo de México. Las cosas empezaron a ir mal el 5 de septiembre. Una borrasca hundió uno de los mercantes, el Consolación. Por la noche, el viento arrojó a los barcos hacia los Cayos de Florida. La mayor parte de la flota logró introducirse en las tranquilas aguas del Golfo de México, pero el Atocha, el Santa Margarita y otros dos buques no lograron eludir los bajíos de coral. Se envió al Santa Cruz en busca de los náufragos. Sólo pudo encontrarse con vida a tres marineros y dos esclavos negros agarrados al mástil. El Atocha quedó sumergido a unos 17 metros, con la carga intacta. El lugar del hundimiento quedó señalado a unas 50 millas de lo que hoy se conoce como Dry Tortugas, pero otro huracán borró toda huella del Atocha. Sólo veinte barcos regresaron a La Habana. Ocho se perdieron, con una carga de dos millones de pesos. El Atocha llevaba a bordo 24 toneladas de plata en 1.038 lingotes, 180.000 pesos en monedas de plata, 582 lingotes de cobre, 125 barras y discos de oro, 350 cofres de índigo, 525 fardos de tabaco y 1.200 libras de platería trabajada, amén de sus 20 cañones de bronce. El golpe para la Corona española fue tan duro que se vio obligada a vender algunos de sus galeones. Entre 1.624 y 1.644 hubo varias expediciones para recuperar los tesoros, sin mucho éxito. Tres siglos y medio después se desarrollaría otra peripecia no menos singular. En 1.968 el buscador de tesoros Mel Fisher, conoció la existencia del Atocha durante una fiesta. Era el comienzo de una obsesión que no le abandonaría en las siguientes dos décadas. Ayudado por su familia y los integrantes de la compañía "Treasure Salvors", este Indiana Jones de las profundidades comenzó al año siguiente a peinar los Cayos de Florida. Utilizó una técnica de su invención, un sonar especial. En 1.973, encontró tres lingotes de plata, y en 1.975 su hijo Dirk Fisher recuperó cinco cañones de bronce. El Estado de Florida quiso quedarse con los hallazgos, pero un tribunal dictaminó que estaban fuera de las aguas norteamericanas. Poco después, Dirk Fisher, su esposa y otro buzo murieron al zozobrar su embarcación. Pese a este golpe, Mel Fisher redobló sus esfuerzos. A lo largo de los primeros ochenta fue sacando a la superficie nuevos tesoros pertenecientes especialmente al Santa Margarita. No sería hasta el 20 de julio de 1.985 cuando otro hijo del cazatesoros, kane, encontrase el filón principal, descrito como "un arrecife de barras de plata". A los tesoros incluidos en el manifiesto del Atocha que figura en los Archivos de Indias de Sevilla, hubo que añadir 700 esmeraldas y otras 2.500 piedras preciosas transportadas de contrabando. Una auténtica fortuna muy difícil de valores: entre 200 y 400 millones de dólares. Los tesoros del Atocha pueden contemplarse en el Museo Mel Fisher de Florida, pero quienes no puedan ver su ancla en Salinas alzándose sobre el Cantábrico.

 Busto de Philippe Cousteau: sobre una roca batida por el mar, la Peña Lisa, se alza el gran busto en bronce de Philippe Cousteau, símbolo de una vida dedicada al mar y cuyos valores humanos y científicos han sido sobradamente contrastados en todo el mundo.

                           
Salinas es una parroquia del concejo de Castrillón, en el Principado de Asturias (España). Alberga una población de 4.517 habitantes (INE 2009) en 2.623 viviendas. Ocupa una extensión de 3,77 km². Salinas es una villa balnearia y es la segunda localidad más poblada del concejo, por detrás de su capital, Piedras Blancas, de la que dista 2 km. La parroquia limita al norte con el mar Cantábrico, al este, con los concejos de Gozón y Avilés; al sur con el de Avilés; y al oeste, con la parroquia de Laspra. Dispone de una de una de las playas más extensas de Asturias, estando dividida en tres : Salinas propiamente dicha, El Espartal y San Juan. Salinas alberga el Museo de Anclas Philippe Cousteau, en cuyo entorno se encuentra el monumento a Philipe Cousteau, obra de Vicente Menéndez-Santarúa Prendes

philippe cousteau

salinas

la punta de san juan con las playas del espartal y salinas

la playa de salinas

playa del cuerno salinas

arnao al fondo

arnao

playa del cuerno

area recreativa de san martin de laspra

perfe

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